Uzbequistán fue la primera de las repúblicas centroasiáticas en declarar su soberanía y en adoptar una simbología post-comunista. La bandera fue adoptada en noviembre de 1991.
Siendo uno de los pocos estados en el mundo sin salida al mar (tras la desecación del mar de Aral), Uzbequistán cuenta con la mayor población de los ‘Stan’ de Asia Central, con 30 millones de habitantes.
A pesar de ser un país predominantemente musulmán, la media luna representa el renacimiento de la nación uzbeca, dejando de lado el aspecto religioso, y las doce estrellas se cuentan por los doce meses o signos del zodiaco, pero también es cierto que doce son los distritos del país.
La interpretación de sus colores es variada, aunque la más clásica asocia el azul con el cielo, el blanco con la justicia, el verde con la hospitalidad de su pueblo, y el rojo con la fuerza de la nación. Una segunda interpretación asocia el color blanco con el algodón del monocultivo en Asia Central, y al mismo tiempo, la franja verde remarca la religión musulmana como la predominante en el país.
Sin embargo, el azul es el color que representa los pueblos del antiguo turquestán, y también era portado en el siglo XIV por el guerrero mongol Tamerlán, que nació en Samarcanda, la segunda ciudad más grande de Uzbequistán. En aquella época, la región era conocida como Transoxiana y cubría una extensión muy similar a la que hoy ocupa el territorio uzbeco.